JAPÓN Y SUS DIOSES MITOLOGÍCOS


Hoy en día sí nos preguntan por alguno de los países más desarrollados lo más probable que pensemos en el país de Japón. Este territorio perteneciente al continente asiático es muy conocido principalmente por su cultura pop, donde destaca el manga, anime y cosplay. No solo es conocido por su cultura pop, también por su patrimonio cultural.


Japón es un país asiático, situado en el Océano Pacífico frente a las costas de China y Taiwán. Actualmente el territorio cuenta con 125.7 millones de habitantes aproximadamente. Convirtiéndolo en el onceavo país con más población en el mundo.


La antigua cultura japonesa ha realizado muchas contribuciones no solo a nivel japonés, también a nivel mundial; religión, arquitectura, ciertos objetos, recipientes de cerámicas, entre otras cosas.



La cultura japonesa en general es muy diversa. Sus antiguas tradiciones tienen que ver con templos, cocina tradicional y los bushi, o mejor conocidos como samuraís, de igual forma hay más componentes que componen a la cultura japonesa antigua y moderna.


En Japón cohabitan diferentes religiones con supersticiones propias de cada territorio. La gran parte de la población japonesa no profesan alguna religión particular; los que llegan a profesar alguna religión siguen al budismo, cristianismo o shintoísmo (cultura originaria de Japón). Una de las principales creencias religiosas que se tenían antes era  Ryūjin shinkō, “la fe del dios dragón”, principalmente los profetas siguen la adoración a los dragones.



En Japón es muy común la creencia de la mitología. En el país existe una creencia animista el cual recibe el nombre de “Panteón Shinto”, está tan metida en las costumbres que para los japoneses ya es imposible discernir para saber si es religión o si es tradición. Tanto como creen en dragones, también hay cuatro bestias consideradas sagradas en Japón; Seiryu (Gran dragón de color azul, representa al agua), Byakko (Tigre blanco, guardián del Oeste), Genbu (Serpiente, guardia del norte) y Suzaka (Pájaro magenta, protege la cuidad de Kioto).


No solo se tiene creencia por animales, también por ciertos dioses que son considerados muy importantes dentro de la cultura japonesa; Izanagi (“el primer hombre”), Izanami (“la primera mujer”). Estos dos dioses juntos fueron los que procrearon a gran parte de la variedad de deidades japonesas. Amaterasu (diosa del eterno sol), ella tenía un hermano (Susanoo) el cual provocó el encierro de ella, provocando que fuera expulsado del cielo. Cuando llegó a un lugar desconocido tuvo que pelear contra una serpiente de ocho cabezas y ocho colas, donde encontraría una hermosa espada que le regalaría a su hermana, logrando recuperar el cielo.






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