Tribu Mursi

Tribu Mursi

Cerca de la zona sureste de Etopía se encuentra un lago llamado Turkana, o mejor conocido como el Valle del Olmo. Este lago se caracteriza por sus tierras de ritos, venganzas y por tener un alto nivel en cultura, ya que acoge distintos tipos de tribus en un espacio tan pequeño. Una de las tribus más famosa que habita ahí, son los Mursi.

La tribu mursi es uno de los clanes considerados como los más peligrosos de África. Esta tribu vive cerca del Valle del Olmo, concretamente en las estepas de Jinka y en las zonas altas de Omo Park. Su población se calcula en aproximadamente 10,000 mursis. Todos divididos en pequeñas localidades y con un líder local.

La organización social que llevaban no está constituida como tal con una estructura, el principal mando dentro de la sociedad mursi son los Jalaba (hombres casados de  la mayor edad). Dentro de la tribu hay personas de todas las edades, pero los que mas suelen participar dentro de actividades son los jóvenes solteros, ellos participan en torneos violentos con el fin de ganar prestigio a su comunidad.

Los mursis no hablan inglés como el resto de la población africana. Ellos  se comunican a través de la lengua nilosahariana del grupo súrmico. 

Algo que distingue a los mursis del resto es su religión. Ellos no creen como tal en un Dios, sino en una fuerza superior que vive en el cielo, ellos la conocen como Tumwi; esta fuerza se puede manifestar por alguna cosa en el cielo; arcoíris o aves.  Principalmente quien guía a la religión es Kômoru o mejor dicho, un sacerdote. 

Hay diferentes tradiciones que  se llevan a cabo año con año, la favorita de la tribu es la Dunga, un violento torneo.  Una de las tradiciones más raras y hasta espeluznantes que hacen es lanzar una flecha hacia alguna parte del cuerpo de una vaca. Se calcula un lugar en especifico donde ellas no sientan dolor, para posteriormente beber la sangre del animal. Todo esto lo hacen con el fin de “rejuvenecer”. 

Los mursis son de las tribus con más estilo. El pueblo se caracteriza por la belleza y la importancia que le dan a los adornos a la hora de vestir. Los habitantes estiran sus labios y orejas con discos de arcilla, al punto de deformar su rostro. Nosotros lo podríamos ver como algo raro, pero ellos lo miran como un ritual para conservar un alto valor para las mujeres y esposas.